Editorial del Diari Levante EMV 18 Maig 2013.
Hace escasas semanas, un juzgado suspendió cautelarmente la designación de la exsocialista María Dolores Ern como alcaldesa de Benidoleig al atender el recurso de la Delegación del Gobierno contra la moción de censura impulsada por cinco concejales expulsados del PSPV y PP para derrocar al alcalde, JV. Pons (Bloc-Compromís).
La intervención judicial se basaba en los cambios introducidos en la Ley Orgánica de Régimen Electoral, en virtud del pacto antitransfuguismo, que quitan valor al voto de los ediles que han dejado de pertenecer al grupo político con el que concurrieron a las urnas. Gracias a esta medida, Pons recuperó la vara de mando de Benidoleig tres meses después de que se la arrebataran.
Los regidores del PP en Tavernes de la Valldigna, sin embargo, no temen a la Justicia. Ayer solicitaron un pleno para desalojar al presidente del consistorio vallero, Jordi Juan, que también es militante de Compromís y gobierna con el apoyo del PSPV. Del gobierno tripartito local también formaba parte EU, aunque su representante, Karina Vercher, fue expulsada primero de su partido y después del ejecutivo municipal.
Las diferencias que mantenía con EU y el tripartito no parece encontrarlas en el PP pese a proceder de donde procede. Vercher había negado hasta ahora que fuera a precipitar el cambio de gobierno pero la censura ya se ha activado. Lo mínimo que cabe esperar, como ocurrió en Benidoleig, es que el PP desautorice a los suyos. Y confiar en que un juez resuelva de nuevo un conflicto que no ha sabido solventar la política.